VALLE DE ORDESA
Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido
EL FASCINANTE VALLE DE ORDESA.
El valle del río Arazas o valle de Ordesa, es sin duda una de las zonas más conocidas y visitadas del Parque Nacional de Ordesa y Monte perdido.
Como muchos otros valles del alto pirineo, tiene un origen glaciar, manifiesto en su característica forma de “U”. Drena todo el sector occidental del gran macizo calcáreo de Monte Perdido.
Su longitud es de unos 13 kilómetros desde el circo de Góriz hasta el puente de los navarros y se haya bordeado al sur por la sierra cartera o de las Cutas (2242 m en la Punta Acuta).
En cuanto a sus laderas septentrionales, presentan la excavación de algunos pequeños circos como el de Carriata o el de Cotatuero.
Estos, están jalonados por los farallones del Tozal del Mallo a 2254 metros, Gallinero o la muralla de la Fraucata, sobre los que se alzan, respectivamente, la punta Mondarruego a 2847 metros, el pico Salarons o Gallinero a 2752 metros, o la punta Tobacor 2769 metros.
Respecto a la vegetación, las principales masas boscosas se encuentran en las partes bajas del Valle de Ordesa, que aparecen ocupadas por un magnífico hayedo-abetal y por un pinar de pino negro que coloniza las laderas más abruptas.
Desde el punto de vista administrativo, destaca el hecho de que el Valle de Broto (y en concreto al municipio de Torla) únicamente pertenecen las paredes y el fondo del valle del circo de Soaso.
Todos los puertos y crestas desde Mondarruego hasta la frontera con Francia y la divisoria de las Tres Serols han pertenecido históricamente al valle de Vio.
DECLARACIÓN DE PARQUE NACIONAL DE ORDESA.
En 1918 fue declarado Parque Nacional de Ordesa y en 1982 fue clasificado como Parque Nacional de Ordesa y Monte perdido. Su zona de influencia se amplió hasta abarcar los municipios de Torla, Bielsa, Broto, Puértolas y Tella-Sin.
Partiendo del núcleo del macizo dominado por el Monte Perdido, se hallan los valles de Pineta, Añisclo, Ordesa y Escuaín.
Los ríos principales que recorren en estos Valles son el Cinca, el Bellós, el Arazas y el Yaga. Son ríos que sufren un fuerte aumento de caudal en época de deshielo al recoger todas las aguas generadas por la nieve acumulada en los tresmiles del macizo.
Son característicos del parque los valles de origen glaciar, que presentan una marcada forma de “U”, en contraposición a la típica forma de “V” que tienen los valles formados por la erosión de un río.
En todo el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, tenemos un fuerte contraste entre las zonas altas, de materiales calizos, sin vegetación y donde el terreno kárstico es el rey, y las alturas inferiores, recubiertas por una abundante vegetación.
En las partes superiores, la naturaleza del terreno kárstico hace desaparecer toda el agua, que se filtra por grietas y sumideros.
En las inferiores nos encontramos con un vergel donde los torrentes saltan por todas partes entre terrazas formadas por estratos horizontales, y su acción erosiva da lugar a espectaculares cañones y barrancos.
La peculiaridad geomorfológica del macizo provoca que nos encontremos ante un relieve especial, caracterizado por la existencia de multitud de estratos más o menos horizontales superpuestos entre sí y por la alternancia de cortados verticales y fajas o terrazas casi llanas.
Esto provoca que sea difícil encontrar rutas asequibles para todos los públicos, pues en muchas zonas es necesario superar tramos verticales para salir del fondo de los valles y acceder a las alturas superiores.
Esta peculiaridad del terreno es precisamente la que lo hace especial, único e inolvidable. algunas de las visiones que obtendremos recorriendo el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido se quedarán grabadas para siempre en nuestra lista de recuerdos imperecederos.